miércoles, 30 de septiembre de 2009

Un honesto error

'Errare humanum est' dice un vocablo latino. Todos fallamos, es propio de nuestra naturaleza humana -humanoide como diría la Kati-. Y cuando uno falla, es menester de la situación pedir las disculpas del caso, porque cuando se anidan cosas en el corazón, muchas y/o durante mucho tiempo, quizás la forma en que exploten, no sea la más ortodoxa oscilando entre la rabia descontrolada, el llanto, etc.
Es bueno reconocer que uno falla, nadie es tan soberbio para no darse cuenta de sus errores, eso te hace más humano, más vivo que nunca, no eres un androide que anda por la vida de robot, sino que pasas a ser alguien de carne y hueso que llora, sufre, come y hace caca.
Ahora, ¿en los hombres es más fácil pedir disculpas que en las mujeres?. Un concepto arraigado en las féminas es el de retener, y para el hombre es soltar (obvio). Entonces si yo le pido mis disculpas, mis perdones, estamos tiqui taca. Para la mujer es más difícil porque no le basta sólo con las disculpas, sino que debe analizar, reestructurar la situación, llegar a un consenso con sus neuronas y recién ahí estaríamos hablando de la palabra 'Perdón' propiamente tal. Mientras tanto, abrázala, quiérela y siéntela más cerca que nunca hasta que se le pase la tontera.




jueves, 17 de septiembre de 2009

Definitivamente quizás septiembre es el mes en que las personas gastan -'invierten'- más dinero en comer, relajarse, pasarlo bien. Por qué? :o Como buen chileno: por la fiestas patrias. El aniversario de la independencia de la república de manos de los españoles en el 1810.

Septiembre es sinónimo de fiesta, carrete, comida en cantidades industriales, cuecas, payas, folclore y guachacas por doquier que afloran casi como la primavera reinante en este mes.

Dentro de todo es bonito que por un mes -o una semana- se vaya el estrés de un año cargado de trabajo y que se vayan aquellos pensamientos que no dejan dormir.

Sin duda septiembre es un buen mes: las flores renacen, el sol sale mas temprano y se pone más tarde. Lo que significa que habrá mucho más tiempo para las relaciones interpersonales descuidadas, u otras metas propuestas por cada lector de esta nota.

Nada más: aprovechar Septiembre que se nos viene el 18 chico ya.

viernes, 4 de septiembre de 2009

cómo desaburrirse

Por qué será que cuando uno se propone una meta, debe luchar hasta conseguirla?

El principio mundialmente conocido es que las personas deben conseguir sus metas. Ok, está bien.
Pero.
Qué pasa con aquellos que simplemente se aburrieron?

- acaso no cuentan?

Aquél esforzado que insistió durante meses para conocerla a la muchacha 'x', y cuando lo consiguió y estaba todo "viento en popa", lisa y llanamente se aburrió y hasta ahí no mas llegó la meta. Se llegó en parte, pero tampoco está mal, porque uno no se va a pasar la vida entera en busca de una simple 'meta', así como el capitán del barco en el libro 'Moby Dick' que pasa toda su vida cargoseando a la ballena blanca para que saliera, y qué pasó en el transcurso de su humanidad?. Nada. Su horizonte se limitaba a la ballena, tal como en la Europa del 1492, creían que el mundo era plano.
Pero no quiero hacer un budín de analogías, sino que quiero apuntar medularmente a mi idea personal de que a veces -muchas- aburre incarle el diente a una meta tan repetitiva. Aburre saber que cuando llegues al objetivo qué harás?. Entonces, el punto ahora se pone sabrozón porque cuando se cumple la meta se siente un vacío, ya no hay nada que signifique una búsqueda constante que implique pensar durante horas, escribir poemas, soñar despierto y un montón de otras imbecilidades que se hacen cuando el ser está embobado por el germen del 'amor' -llamémoslo así para no caer en el misticismo de hablar con jeroglíficos-. Hay un vacío.

- Y cómo se llena ese vacío?

Cómo dirá usted. Buscando otro objetivo. No tiene mayor grado de complejidad.
Así que cumpla sus metas, pero hasta por ahí no mas, porque quizás se aburra al final.